Cebolla Caramelizada Casera: Dulzura Profunda y Sabor Intenso
Aprende a hacer Cebolla Caramelizada perfecta en casa
Cocida lentamente hasta obtener un color marrón profundo, esta cebolla desarrolla una dulzura increíble y un sabor rico. Es un ingrediente versátil, ideal para realzar el sabor de filetes, hamburguesas, sándwiches, pastas y mucho más.
Ingredientes
- 2 cebollas medianas, cortadas en juliana fina o picadas finamente
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Pizca de sal
- Pizca de pimienta negra
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza pelando las cebollas, luego recorta la base y la parte superior. Córtalas en juliana fina (media luna) o pícalas finamente, según tu preferencia de textura. La cebolla en juliana ofrecerá una mordida ligeramente más suave, mientras que la picada puede dar un sabor más concentrado.
Step 2
Calienta una sartén de fondo grueso o una olla a fuego medio-bajo y añade 2 cucharadas de aceite de oliva. Una vez que el aceite esté caliente (sin humear), agrega todas las cebollas preparadas a la sartén. Sazona generosamente con una pizca de sal y pimienta negra. La sal ayudará a extraer la humedad de las cebollas, facilitando el proceso de caramelización.
Step 3
Mantén el fuego a medio-bajo y remueve las cebollas ocasionalmente mientras se cocinan. Inicialmente, las cebollas liberarán humedad y parecerán bastante húmedas. Continúa cocinando, removiendo cada pocos minutos, permitiendo que la humedad se evapore. Notarás que las cebollas comienzan a ablandarse y a adquirir un color dorado pálido. Esta fase inicial de cocción debería durar unos 15-20 minutos.
Step 4
A medida que las cebollas comiencen a dorarse, empezarán a caramelizarse y a pegarse al fondo de la sartén. Usa una cuchara de madera o una espátula para raspar suavemente estos trozos llenos de sabor e incorpóralos de nuevo a las cebollas. Esta acción de ‘desglasar’ es crucial para desarrollar un sabor profundo y complejo. Continúa cocinando y removiendo, raspando el fondo de la sartén según sea necesario, durante otros 10-20 minutos, o hasta que las cebollas alcancen el color marrón profundo deseado, rico y una consistencia tierna y dulce. No apresures esta etapa final; la paciencia es clave para lograr una caramelización perfecta.