Panecillos de Mantequilla Caseros: Suaves y Deliciosos
Cómo Hacer Panecillos de Mantequilla Perfectos: Receta Detallada con Amasado a Mano
Esta receta te guiará paso a paso para crear unos panecillos de mantequilla increíblemente suaves, tiernos y llenos de sabor. Son perfectos para acompañar cualquier comida o para disfrutar como un delicioso bocado casero.
Ingredientes para la Masa de los Panecillos de Mantequilla
- 250g de Harina de Fuerza (tamizada)
- 110ml de Leche Tibia
- 3g de Levadura Seca Instantánea
- 3g de Sal
- 5g de Azúcar
- 50g de Mantequilla sin Sal (a temperatura ambiente, blanda)
- 1 Huevo Grande (a temperatura ambiente)
Instrucciones de preparación
Step 1
Empezamos preparando los ingredientes secos. Tamiza los 250g de harina de fuerza en un bol grande. Tamizar la harina ayuda a que la masa quede más esponjosa y sin grumos.
Step 2
Haz tres pequeños huecos en la harina. En uno, coloca los 3g de levadura seca instantánea. En otro, añade los 3g de sal. Y en el hueco central, pon los 5g de azúcar. Es importante colocarlos por separado al principio para que la levadura no pierda su actividad al contacto directo con la sal o el azúcar.
Step 3
Ahora, con cuidado, cubre la levadura, la sal y el azúcar con un poco de harina de los lados. Esto crea una capa protectora que permitirá que la levadura se active correctamente cuando añadamos los líquidos.
Step 4
Mezcla suavemente la harina con los ingredientes que están en los huecos. En esta etapa, solo buscamos combinarlos superficialmente, no es necesario amasar todavía.
Step 5
Vierte los 110ml de leche tibia y casca el huevo a temperatura ambiente en el bol. Con una espátula o con las manos, mezcla todo hasta que se forme una masa pegajosa y no quede harina seca visible. En este punto, evita trabajar demasiado la masa.
Step 6
Llegó el momento de añadir la mantequilla para darle esa riqueza característica. Incorpora los 50g de mantequilla ablandada a temperatura ambiente a la masa. Asegúrate de que la mantequilla esté maleable, pero no derretida.
Step 7
Aquí es donde entra en juego el amasado a mano. Amasa la masa sobre una superficie ligeramente enharinada durante unos 10 a 15 minutos. Estira y dobla la masa, empujándola lejos de ti. La masa estará lista cuando esté suave, elástica y puedas ver tus dedos débilmente a través de un trozo estirado finamente (punto de ‘velo’ o ‘windowpane’).
Step 8
Forma una bola lisa con la masa amasada y devuélvela al bol limpio. Cubre el bol herméticamente con film transparente. Deja que la masa repose en un lugar cálido (aproximadamente 25-30°C) durante 1 hora, o hasta que duplique su tamaño.
Step 9
Pasada la primera fermentación, comprueba la masa. Pincha suavemente el centro con un dedo ligeramente enharinado. Si la hendidura permanece y la masa no se recupera, la primera fermentación ha sido exitosa. Si la masa se recupera, déjala fermentar un poco más.
Step 10
Golpea suavemente la masa fermentada con el puño o la palma de la mano para liberar las grandes burbujas de aire. Este proceso se llama ‘desgasificar’ y ayuda a crear una miga más fina.
Step 11
Transfiere la masa desgasificada a tu superficie de trabajo. Usa un raspador de masa o un cuchillo para dividir la masa en 8 porciones iguales. Intenta que tengan un tamaño similar para que se horneen de manera uniforme.
Step 12
Forma cada porción de masa en una bola redonda (preformado). Cubre las bolas de masa ligeramente con film transparente y déjalas reposar a temperatura ambiente durante 15 minutos. Este ‘reposo de banco’ permite que el gluten se relaje, facilitando el formado final.
Step 13
Después del reposo de banco, aplana suavemente cada bola de masa con la palma de la mano. Luego, adelgaza un extremo para que sea más fino, lo que ayudará a crear una espiral bonita al enrollar.
Step 14
Ahora, usa un rodillo para extender cada pieza de masa en forma de rectángulo largo y delgado. Si es necesario, usa una pizca de harina, pero no demasiada. Busca un grosor uniforme.
Step 15
Comenzando desde el borde más grueso, enrolla la masa firmemente hacia el extremo delgado, formando una figura similar a un croissant. Aplica una presión suave pero firme mientras enrollas para evitar huecos.
Step 16
Coloca los panecillos formados en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando espacio entre ellos. Cúbrelos de nuevo con film transparente y déjalos fermentar por segunda vez en un lugar cálido durante unos 30 minutos, o hasta que hayan aumentado su tamaño aproximadamente un 50%.
Step 17
Justo antes de hornear, pincela ligeramente la parte superior de los panecillos fermentados con un poco de leche. Esto les dará una corteza dorada y atractiva, además de un brillo sutil.
Step 18
Hornea en un horno precalentado a 200°C (390°F) durante aproximadamente 17 minutos. Vigila los panecillos, ya que los tiempos y temperaturas del horno pueden variar. Hornea hasta que la parte superior tenga un color marrón dorado intenso.
Step 19
¡Y ahí los tienes! Tus deliciosos panecillos de mantequilla caseros están listos. Disfruta del maravilloso aroma y sabor de estas delicias recién horneadas.