Step 1

Ajusta la cantidad de filete de pescado seco según su tamaño. Si tienes láminas grandes y gruesas, 5 láminas pueden ser suficientes. Para láminas del tamaño de una palma estándar, 10 láminas son un buen punto de partida. Siéntete libre de ajustar según tu preferencia.

Step 2

Calienta una sartén seca a fuego medio-bajo (sin aceite inicialmente). Tuesta ligeramente las láminas de filete de pescado seco por ambos lados hasta que desprendan un aroma agradable y desarrollen una ligera crocancia. Este paso realza el sabor y la textura masticable del pescado. Ten cuidado de que no se quemen.

Step 3

Una vez ligeramente tostado, retira el filete de pescado seco de la sartén y déjalo enfriar un poco. Cuando esté lo suficientemente frío para manipularlo, córtalo en trozos del tamaño de un bocado. Cortarlo en trozos manejables asegura que la salsa se distribuya uniformemente y facilita su consumo.

Step 4

En la misma sartén, agrega todos los ingredientes para el primer condimento. Revuelve bien y lleva a un hervor suave a fuego bajo. Deja que la salsa burbujee y espese ligeramente, asegurando que todas las especias y condimentos se mezclen. Cocinar a fuego bajo evita que la salsa se queme.

Step 5

Cuando la salsa esté hirviendo suavemente, añade los trozos de filete de pescado seco cortados a la sartén. Revuelve continuamente para cubrir uniformemente el filete de pescado con la salsa. Saltea durante unos minutos hasta que la salsa espese y se adhiera al filete, asegurando que no se deshaga demasiado.

Step 6

Una vez que la salsa se haya espesado y cubra bien el filete de pescado, añade los ingredientes para el segundo condimento: sirope de oligosacáridos y aceite de sésamo. Revuelve brevemente para combinar. El sirope de oligosacáridos añade un brillo y un toque de dulzor, mientras que el aceite de sésamo aporta un rico aroma. Espolvorea con semillas de sésamo para darle más sabor y textura. Retira del fuego.

Step 7