El dicho ‘Incluso un flounder podrido sigue siendo flounder’ se refiere a cómo el pescado conserva su forma incluso después de la muerte debido a sus fuertes espinas, o quizás por su delicioso sabor. De hecho, tiene muchas espinas pequeñas, lo que lo hace un poco incómodo de comer. Afortunadamente, las espinas pequeñas son blandas, por lo que si las retiras con cuidado, son menos intimidantes que las duras. Compré una cesta de flounder, lo salé durante 1-2 horas, lo escurrí en un colador y lo dejé secar al aire durante aproximadamente un día hasta que estuvo ligeramente firme antes de congelarlo. Usé este pescado congelado para hacer un plato estofado. Si bien el rábano es un acompañamiento clásico para el pescado estofado, los rábanos de verano no siempre están de temporada y no tenía ninguno en casa. Así que opté por verduras de temporada: patatas, cebollas y hojas de calabacín, para hacer este estofado de flounder. En lugar de hacer rollitos de hoja de calabacín, podemos envolver la tierna carne de flounder con las hojas de calabacín estofadas y sumergirlas en la rica salsa, ¡es celestial! Cuando haces estofado de pescado, no solo el pescado es delicioso, sino que las verduras, completamente cocidas a fuego lento en la sabrosa salsa mezclada con la esencia del pescado, son igualmente deliciosas. Disfrutar de las patatas o cebollas bien cocidas, o comerlas con las hojas de calabacín, se siente como un plato de temporada perfecto para el verano. Si bien hice esto con flounder y hojas de calabacín, ciertamente puedes usar la misma salsa e ingredientes con otros tipos de pescado y disfrutar de un plato estofado igualmente delicioso.