Ensalada de Garbanzos y Higo: Dulzura y Textura Saludable
Receta Fácil: Cómo Preparar una Ensalada Nutritiva con Garbanzos e Higo
Descubre cómo crear una ensalada saludable y deliciosa en casa con lechuga romana fresca, garbanzos crujientes y dulces higos. Añade queso ricotta cremoso y uvas verdes refrescantes para una comida completa y sabrosa. Un chorrito de vinagreta balsámica o incluso yogur la hará aún más especial.
Ingredientes para la Ensalada
- 1 higo fresco
- 4-5 hojas de lechuga romana crujiente
- 1 puñado de garbanzos cocidos (aprox. 50g)
- Un poco de queso ricotta (unas 2-3 cucharadas)
- Unas pocas uvas verdes (aprox. 1/4 taza)
- Vinagreta balsámica, al gusto
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, lava bien la lechuga romana fresca bajo agua corriente. Escúrrela completamente. Puedes romperla o cortarla en trozos del tamaño de un bocado. La textura crujiente de las verduras frescas es fundamental para una ensalada excelente.
Step 2
Lava también las uvas verdes para aportar un toque refrescante. Sepáralas del racimo y espárcelas sobre la ensalada; además de ser visualmente atractivas, combinan maravillosamente con los demás sabores. Su dulzor sutil es ideal para ensaladas, por eso suelo añadirlas a menudo.
Step 3
Prepara el dulce higo quitándole el tallo y lavándolo. Córtalo en trozos manejables, asegurándote de que las semillas queden para una textura agradable. Un higo maduro aportará un dulzor sofisticado y profundidad a tu ensalada.
Step 4
Coloca los trozos de higo de manera decorativa sobre la lechuga romana y las uvas verdes ya preparadas. Espárcelos como si fueran pequeñas joyas para una presentación atractiva que hará la ensalada aún más apetitosa.
Step 5
Ahora, añade una buena cantidad de garbanzos, que son una excelente fuente de proteína. Su textura ligeramente crujiente añade un elemento interesante. A continuación, añade una porción generosa de queso ricotta cremoso y suave. El queso enriquecerá el perfil de sabor general de la ensalada.
Step 6
Finalmente, rocía con tu vinagreta balsámica favorita. Si no tienes vinagreta balsámica, una mezcla simple de aceite de oliva y zumo de limón, o incluso yogur natural, son alternativas deliciosas. ¡Disfruta de tu ensalada con el aderezo que más te guste!
