Step 1

Primero, enjuaga suavemente las raíces de ginseng fresco bajo agua corriente fría para asegurarte de que su superficie no esté seca. Trátalas como si les estuvieras dando una ducha delicada.

Step 2

Para evitar que las raíces finas se desprendan, coloca una raíz de ginseng a la vez en un bol. Usando un cepillo suave, frota suavemente el ginseng, cepillando en una dirección como si estuvieras peinando cabello. Limpia meticulosamente todas las partes del ginseng, especialmente las áreas intrincadas de las raíces.

Step 3

Después de cepillar, enjuaga el ginseng nuevamente bajo agua corriente para eliminar por completo cualquier tierra o residuo restante.

Step 4

Las raíces de ginseng que han sido cepilladas y limpiadas inicialmente se enjuagan una vez más agitándolas suavemente en agua corriente, asegurando que estén impecablemente limpias.

Step 5

Recoge las raíces finas que puedan haberse desprendido durante el cepillado. Colócalas en un colador y frótalas suavemente bajo agua corriente para lavar cualquier suciedad oculta.

Step 6

Una vez que el ginseng esté limpio y parezca de color blanco lechoso, escúrrelo bien en un colador, permitiendo que el exceso de agua gotee.

Step 7

Retira la ‘corona’ o ‘cabeza’ del ginseng (la parte nudosa superior). Este consejo proviene de una madre que ha consumido ginseng durante años; se dice que ayuda a prevenir dolores de cabeza.

Step 8

Step 9

Exprime suavemente la mayor cantidad de aire posible de cada bolsa y envuelve el ginseng firmemente.

Step 10

Después de embolsar individualmente cada raíz de ginseng, colócalas juntas en una bolsa con cierre tipo cremallera más grande para su almacenamiento. Este método te permite guardar hasta 12 raíces en el congelador para usarlas durante todo el año. Puedes sacar fácilmente una raíz a la vez para sopas. Si planeas usar varias raíces a la vez, siéntete libre de agruparlas en la bolsa del congelador.

Step 11

Dado que la cantidad era grande para una sola cocción, se dividió en dos lotes. Así es como se prepara el Té de Ginseng y Dátiles, que es muy beneficioso para beber de manera constante antes del invierno para reforzar la inmunidad. Primero, agrega los dos puñados de raíces finas de ginseng lavadas a la olla a presión.

Step 12

Agrega las 6 raíces de ginseng, con sus coronas retiradas, a la olla a presión.

Step 13

Agrega 60 dátiles lavados. Los dátiles, conocidos por su dulzura y propiedades calientas, complementan bien el ginseng. (Algunas recetas sugieren agregar jengibre, pero aquí se omite).

Step 14

Vierte 4 litros de agua purificada en la olla a presión.

Step 15

Cierra la tapa de la olla a presión y lleva a ebullición a fuego alto hasta que el silbato suene. Una vez que suene el silbato, reduce el fuego a medio-bajo y cocina a fuego lento durante 10 minutos más. Luego, apaga el fuego y deja reposar durante mucho tiempo, permitiendo que el calor residual cocine suavemente los ingredientes. Deja que se enfríe por completo dentro de la olla a presión.

Step 16

Aquí está el Té de Ginseng y Dátiles, o Té de Dátiles y Ginseng, preparado en la olla a presión. ¿Pero está listo para beber inmediatamente? No, requiere un paso más de preparación.

Step 17

Retira con cuidado las raíces de ginseng ablandadas y cocidas de la olla y resérvalas.

Step 18

Cuela el líquido de la olla a presión donde se cocinaron el ginseng y los dátiles usando un colador. Retira todos los dátiles cocidos del colador y déjalos a un lado.

Step 19

Con cuidado, ya que los dátiles están calientes y podrían salpicar, machaca suavemente los dátiles en el colador usando un cucharón. Ten cuidado, ya que los dátiles pueden reventar.

Step 20

Sumerge ligeramente el colador en el líquido de cocción para mantener los dátiles machacados húmedos, luego presiona la pulpa de los dátiles a través del colador.

Step 21

Usa la pulpa suave de dátil que se ha colado y desecha las semillas y pieles de dátil restantes en el colador.

Step 22

Este es el Té de Ginseng y Dátiles después de colar la pulpa de los dátiles.

Step 23

Vierte el té terminado en una botella limpia y guárdalo en un refrigerador de kimchi, que es más frío que un refrigerador normal, para mantenerlo fresco por más tiempo.

Step 24

Calienta el Té de Ginseng y Dátiles o el Té de Ginseng y bebe 1-2 tazas al día. Gracias a la dulzura natural de los dátiles, es delicioso de beber sin añadir miel.

Step 25

Toma pequeñas porciones del ginseng cocido y colócalas en una licuadora. Agrega gradualmente un poco del Té de Ginseng y Dátiles preparado mientras licúas para lograr una consistencia suave.

Step 26

Transfiere el ginseng cocido finamente licuado a un recipiente hermético. Si no vas a consumir el Té de Ginseng y Dátiles inmediatamente, guarda el ginseng licuado en el recipiente hermético en el congelador. Más tarde, cuando desees consumirlo, transfiérelo al refrigerador para descongelar, luego saca 1-2 cucharadas en una taza y mézclalo con leche tibia o fría para hacer ‘Latte de Ginseng’ o ‘Leche de Ginseng’.

Step 27

Después de licuar el ginseng, es probable que queden residuos en la licuadora. Para no desperdiciar esto, vierte aproximadamente 1/2 a 3/4 taza de leche en la licuadora.

Step 28

Añade miel al gusto y vuelve a licuar. Este ‘Latte de Ginseng’ o ‘Leche de Ginseng’ tiene un sabor sorprendentemente similar a las bebidas de ginseng comerciales, ofreciendo tanto beneficios para la salud como un gran sabor. (Este proceso se realizó dos veces este año debido a una abundante cosecha de ginseng). Este es nuestro tónico saludable secreto para el invierno en casa.