Queso Ricotta Casero, Cremoso y Suave
:: Receta Súper Fácil de Ricotta Casera :: ¡Haz Queso con la Leche que Tienes en Casa en 15 Minutos!
Puedes hacer queso ricotta fresco y cremoso fácilmente en casa sin necesidad de usar nata. ¡Solo necesitas leche fresca y un poco de jugo de limón! Este ricotta casero es perfecto para ensaladas, pastas, sándwiches y mucho más. ¡Eleva tus platos con este delicioso queso que está listo en unos 15 minutos!
Ingredientes- 1L de Leche Fresca (se recomienda contenido de grasa del 2% o superior)
- 3 Cucharadas de Jugo de Limón (recién exprimido)
- 2/3 Cucharada de Sal (realza el sabor)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, vierte con cuidado 1 litro de leche fresca en una olla ancha y limpia. El tipo de leche que uses puede afectar el sabor y la textura de tu ricotta, por lo que es mejor optar por leche fresca con un contenido de grasa decente.
Step 2
A continuación, añade 2/3 de cucharada de sal y remueve bien la leche con una cuchara de madera o espátula de silicona. La sal es crucial para potenciar el sabor del queso, así que no la omitas. Coloca la olla a fuego medio. Cocina la leche, removiendo ocasionalmente, hasta que empiece a hervir ligeramente. Ten cuidado de no dejar que hierva vigorosamente, ya que esto podría quemar la leche.
Step 3
Tan pronto como notes que comienzan a formarse pequeñas burbujas en los bordes de la leche, vierte lentamente y de manera uniforme 3 cucharadas de jugo de limón. El jugo de limón es el ingrediente mágico que ayuda a coagular las proteínas de la leche, formando el queso. Viértelo gradualmente en lugar de todo de golpe.
Step 4
Después de añadir el jugo de limón, dale solo dos o tres agitaciones suaves. Luego, reduce inmediatamente el fuego a bajo. No remuevas más. Deja que hierva suavemente sin remover hasta que la leche se cuaje y el suero (el líquido claro que queda después de hacer el queso) comience a separarse. Remover en esta etapa podría romper los cuajos del queso.
Step 5
Después de un rato, verás visualmente cómo la leche empieza a agruparse y el suero transparente, amarillento o verdoso, se separa. Si la leche no se cuaja bien y permanece demasiado líquida, puedes añadir otra cucharada de jugo de limón y remover suavemente una vez más. Continúa cocinando a fuego lento hasta que ocurra una separación suficiente del suero.
Step 6
Después de aproximadamente 10 minutos, deberías tener cuajos suaves, similares a tofu, con suero claro. Una vez que el suero esté visiblemente claro, apaga el fuego. Es mejor detenerse antes de que los cuajos se vuelvan demasiado firmes.
Step 7
Ahora es el momento de colar el suero. Prepara un bol grande, coloca un colador sobre él y luego forra el colador con una tela de queso (o un paño de algodón limpio y delgado) doblada varias veces. Esta configuración permitirá que el suero drene hacia el bol de abajo, mientras que los cuajos de queso permanecen en la tela.
Step 8
Vierte con cuidado la mezcla de leche cuajada y suero de la olla sobre el colador preparado forrado con tela de queso. Ten cuidado, ya que todavía podría estar caliente.
Step 9
Reúne las esquinas de la tela de queso para formar un paquete. Presiona suavemente el paquete con una cuchara o espátula para exprimir la mayor cantidad posible del suero restante. Esta acción de prensado ayuda a crear una textura más densa y suave para tu queso ricotta. Continúa presionando hasta que logres la consistencia deseada.
Step 10
Una vez que el suero se haya drenado lo suficiente, retira con cuidado el queso ricotta de la tela y transfiérelo a un recipiente hermético. Deja que se enfríe a temperatura ambiente, luego refrigera durante 3-4 horas. Este período de enfriamiento endurecerá el queso, resultando en un delicioso ricotta casero. ¡Disfrútalo en ensaladas, sándwiches, como cobertura de pasta o en innumerables creaciones culinarias!