Queso Ricotta Casero
¡El súper sencillo ‘Queso Ricotta Casero’ que es mucho más delicioso hecho en casa! ¡Ideal para fiestas caseras!
¡Seguro que has oído hablar de las ensaladas de queso ricotta que arrasan en las cafeterías! Ese es el encanto del ‘Queso Ricotta’. Originario de Italia, donde tradicionalmente se hacía con el suero de leche sobrante por personas con menos recursos, el ricotta casero es, sin duda, más sabroso que el comprado. Esta receta te guiará para crear un queso ricotta increíblemente fresco y cremoso en tu propia cocina, perfecto para realzar tus reuniones caseras y brunches.
Ingredientes Principales- 500ml de Nata para montar (crema de leche)
- 1000ml de Leche entera
- 4 cucharadas de Zumo de limón (embotellado o recién exprimido)
- 2 cucharadas de Azúcar
- 1/2 cucharada de Sal
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, añade la sal a la olla. Piensa en ello como un ligero sazonador para la base.
Step 2
A continuación, añade también el azúcar a la olla.
Step 3
Vierte las 4 cucharadas de zumo de limón y remueve para combinar la sal y el azúcar. No es necesario que se disuelvan por completo en esta etapa. Puedes usar zumo de limón embotellado para mayor comodidad.
Step 4
Ahora, vierte los 500ml de nata y los 1000ml de leche entera en la olla. A partir de este momento, el control de la temperatura es clave. Calentar la mezcla suavemente es el paso más importante.
Step 5
Comienza con fuego medio, asegurando que el calor se distribuya uniformemente por el fondo de la olla. Ajusta el fuego para que el fondo no se queme.
Step 6
¡Este es un punto crucial! Nunca dejes que la mezcla hierva a borbotones como un guiso. Tan pronto como veas que empieza a subir, reduce inmediatamente el fuego a bajo. Un hervor lento es esencial para que cuaje correctamente.
Step 7
Calienta suavemente a fuego bajo durante unos 45 minutos. La temperatura ideal para que las proteínas de la leche coagulen está entre 60-70°C (140-158°F), así que intenta mantener este rango. Vigílala para evitar que hierva y se desborde.
Step 8
¿Puedes ver las proteínas empezando a agruparse, formando cuajos suaves? En este punto, NO remuevas la mezcla con una cuchara o espátula. Remover romperá los cuajos formados y afectará la textura final de tu ricotta.
Step 9
Después de un tiempo, notarás visiblemente la separación entre el suero transparente (el líquido que queda después de hacer el queso) y los cuajos blancos solidificados.
Step 10
Ahora es el momento de separar los cuajos del suero. Forra un colador de malla fina con gasa (o varias capas de paño de cocina limpio) y vierte con cuidado los cuajos de ricotta suavemente formados. Tendrán una textura similar a la del tofu suave.
Step 11
Inicialmente, abre ligeramente la gasa para permitir que escape el vapor. Ten cuidado de no enfriarlo demasiado rápido, ya que esto puede afectar la cuajada del queso. Después, cubre bien el queso con la gasa para evitar que la superficie se seque. Una vez completamente frío, refrigera para que se endurezca. Para obtener un queso más firme, puedes colocar un peso encima de los cuajos envueltos en gasa para presionar más suero; cuanto más suero presiones, más firme será tu ricotta.
Step 12
¡Listo! Tu queso ricotta casero, cremoso, fresco y delicioso, está preparado. ¡Disfrútalo en ensaladas, tostadas, platos de pasta y mucho más!
