Muffins de Castella Húmedos y Esponjosos
Receta Fácil de Muffins de Castella Caseros, Perfectos para la Merienda de los Niños
¡Hornea deliciosos y húmedos muffins de Castella en casa que encantarán a toda tu familia! Son perfectos como merienda para los niños y tan irresistiblemente sabrosos con un vaso de leche que no podrás parar de comerlos. Esta receta sencilla es lo suficientemente fácil para que los panaderos caseros principiantes tengan éxito con confianza.
Ingredientes- 100g de Huevos (a temperatura ambiente)
- 30g de Mantequilla sin sal
- 30g de Leche
- 70g de Azúcar
- 10g de Miel
- 2g de Extracto de Vainilla (aprox. 1/2 cucharadita)
- 80g de Harina de repostería (o harina de trigo suave)
- 2g de Levadura en polvo (polvo de hornear, aprox. 1/2 cucharadita)
Instrucciones de preparación
Step 1
Prepara un baño maría tibio. Llena una olla con agua y llévala a ebullición suave. Reduce el fuego al mínimo o apaga el fuego. Coloca un bol para mezclar sobre la olla y añade 100g de huevos (aproximadamente 2 huevos grandes). Bátelos suavemente sin crear demasiada espuma. Ten cuidado de no sobrecalentar los huevos.
Step 2
Al bol con los huevos batidos, añade 70g de azúcar, 10g de miel y 2g de extracto de vainilla para un sabor extra. Mide estos ingredientes con cuidado.
Step 3
Bate los ingredientes en el bol suavemente hasta que la mezcla alcance aproximadamente 40°C (104°F). Asegúrate de que todos los ingredientes estén combinados de manera uniforme y sin grumos. Concéntrate en lograr una consistencia homogénea.
Step 4
Retira el bol de la mezcla del baño maría y déjalo a un lado brevemente. En una cacerola pequeña separada, combina 30g de mantequilla sin sal y 30g de leche. Calienta suavemente a fuego bajo o usa un baño maría hasta que la mantequilla y la leche estén tibias y derretidas. Evita sobrecalentar; una temperatura tibia es ideal.
Step 5
Mientras se derrite la mantequilla y la leche, usa una batidora eléctrica o unas varillas para batir la mezcla de huevos que reservaste anteriormente. Bate hasta que la masa caiga del batidor en cintas y mantenga su forma durante unos 3 segundos antes de volver a hundirse. Este paso es crucial para crear la textura ligera y aireada característica de la Castella.
Step 6
En un bol aparte, pesa 80g de harina de repostería y 2g de levadura en polvo. Tamiza estos ingredientes secos juntos 2-3 veces a través de un colador de malla fina. Tamizar ayuda a eliminar grumos e incorporar aire, lo que resulta en una textura de muffin más suave.
Step 7
Toma aproximadamente un tercio de la mezcla de huevos batidos y mézclala suavemente con la mezcla tibia de mantequilla derretida y leche (alrededor de 50°C o 122°F). Usa una espátula y un movimiento de corte (como dibujar un ’11’) de arriba hacia abajo para combinarlos sin desinflar la masa. Mezcla solo hasta que no queden vetas de mantequilla o huevo visibles. Luego, mezcla suavemente esta combinación de nuevo en la masa de huevo principal. Mezcla nuevamente usando la misma técnica de batido suave hasta que se combinen. Ten cuidado de no mezclar en exceso, ya que esto puede desarrollar el gluten y hacer que los muffins queden duros. Intenta mezclar solo hasta que desaparezcan las vetas.
Step 8
Forra un molde para muffins con capacillos de papel. Llena cada capacillo con la masa hasta aproximadamente el 80% de su capacidad. Llenarlos demasiado puede hacer que se desborden durante el horneado. Alisa las superficies de la masa para un horneado uniforme.
Step 9
Hornea en un horno precalentado a 170°C (338°F) durante aproximadamente 20 minutos. Los tiempos y temperaturas de horneado pueden variar según tu horno, así que vigila los muffins. Están listos cuando al insertar un palillo en el centro, este sale limpio.
Step 10
Una vez horneados hasta obtener un color dorado, retira con cuidado los muffins del horno. Colócalos inmediatamente sobre una rejilla para que se enfríen. Dejarlos enfriar un poco ayuda a evitar que la parte inferior se humedezca.
Step 11
Disfruta de estos muffins de Castella increíblemente húmedos y tiernos. Están en su punto óptimo cuando se enfrían un poco, ofreciendo una textura deliciosa que es un equilibrio perfecto entre suave y esponjoso. ¡Perfectos con un vaso de leche!