Mejillones al Vapor en Caldo de Tomate Aromático
Receta Sencilla y Deliciosa de Estofado de Mejillones al Vapor
¡Descubra la generosidad del mar con este plato de mejillones al vapor, sencillo pero elegante! Inspirada por una visita al mercado repleto de mariscos frescos, esta receta transforma humildes mejillones en un estofado lleno de sabor. Perfecto como aperitivo sofisticado o como plato principal encantador, este plato combina la esencia salina de los mejillones con las notas vibrantes del tomate, ajo y un toque picante. ¡Disfrute de un sabor del mar desde la comodidad de su cocina!
Ingredientes- 500g de mejillones frescos
- 1 cebolla
- 100ml de vino blanco
- 1 tomate
- 5 dientes de ajo
- Una pizca de pimienta negra
- Una pizca de hojuelas de chile rojo (o chile de ave)
Instrucciones de preparación
Step 1
Comience limpiando a fondo los mejillones. Tire suavemente y retire la ‘barba’ o hilos del biso de cada mejillón. Este es un paso importante tanto para la apariencia como para la textura.
Step 2
A continuación, utilice un cepillo duro o una esponja de fregar limpia para frotar y eliminar cualquier suciedad, lodo o percebes de las conchas de los mejillones. Enjuáguelos a fondo bajo agua fría corriente hasta que estén visiblemente limpios. No se preocupe si quedan algunos trozos rebeldes, siempre que estén generalmente limpios.
Step 3
Deseche cualquier mejillón con conchas rotas o agrietadas. Es probable que no estén frescos y podrían afectar la calidad general de su plato.
Step 4
Pique finamente la cebolla. Busque trozos pequeños y uniformes para que se cocinen de manera pareja y se integren en la salsa.
Step 5
Para lograr una textura más suave en el caldo, es mejor pelar el tomate. Haga una pequeña incisión en forma de ‘X’ en la parte inferior del tomate. Luego, colóquelo con cuidado en agua hirviendo durante unos 10 segundos. Esto aflojará la piel, facilitando su retirada. Los tomates cherry también funcionan maravillosamente aquí.
Step 6
Después de escaldar durante unos 10 segundos, la piel debería empezar a separarse fácilmente del corte que hizo. Transfiera inmediatamente el tomate a un bol con agua helada para detener el proceso de cocción, luego pele suavemente la piel.
Step 7
Pique el tomate pelado en trozos pequeños, similares en tamaño a la cebolla. Si tiene tomates enteros pelados en lata, pueden usarse como sustituto de tomates frescos o salsa de tomate. Si solo usa tomates frescos sin salsa, considere usar unos 3 tomates, añadir un par de hojas de laurel, pimienta y sal, y cocinarlos un poco antes para un sabor mejorado. Para un sabor equilibrado y universalmente atractivo, encuentro que una combinación de salsa de tomate comprada y tomates frescos funciona excepcionalmente bien.
Step 8
Corte los dientes de ajo en láminas finas. Tenga lista la cebolla y el tomate picados.
Step 9
Caliente una sartén ancha o una olla a fuego medio. Agregue 3 cucharadas de aceite de oliva. Una vez que el aceite brille, agregue el ajo en láminas y las hojuelas de chile rojo (o chile de ave) y sofría hasta que estén fragantes, aproximadamente 1-2 minutos, teniendo cuidado de no quemar el ajo. Agregue los mejillones limpios y saltee brevemente hasta que comiencen a ponerse ligeramente opacos. Vierta el vino blanco y deje que burbujee para evaporar el alcohol.
Step 10
Agregue la cebolla picada y la salsa de tomate a la sartén. Lleve la mezcla a ebullición y cocine por unos minutos hasta que la cebolla comience a ablandarse. Luego, incorpore el tomate fresco picado y continúe cocinando a fuego lento por otros 2-3 minutos.
Step 11
Reduzca el fuego a medio-bajo, tape la sartén y deje que los mejillones se cocinen al vapor durante unos 3 minutos. Notará que se abren y liberan su delicioso jugo. Una vez que la mayoría de los mejillones se hayan abierto, incorpore los tomates picados y cocine, tapados, durante otros 3 minutos hasta que todos los mejillones estén completamente abiertos y cocidos.
Step 12
Los mejillones liberan naturalmente una buena cantidad de sabor salado, por lo que generalmente no es necesario agregar sal adicional. Pruebe el caldo primero antes de sazonar. Si desea más picante, puede agregar más hojuelas de chile o incluso un chile fresco finamente picado (como un Serrano o jalapeño) para un toque más pronunciado.