Mantequilla de Almendras Casera y Saludable (2 Versiones)
Mantequilla de Almendras Fácil de Hacer en Casa: Versión Básica y Versión con Sal y Aceite de Oliva
Después de ver un video de YouTube sobre belleza que elogiaba los beneficios de las almendras, comencé a comer un puñado cada mañana durante un mes. Realmente disfruté de su rico sabor a nuez, e incluso el sonido de masticarlas con mis molares era divertido. Sin embargo, me preocupaba que mi mandíbula pudiera ensancharse. Así que, decidí moler las almendras para hacer mantequilla de almendras y untarla en aguacates. Compré 800g de almendras tostadas en el supermercado y planeé hacer dos versiones: la mitad mantequilla de almendras pura, y la otra mitad con sal y aceite de oliva añadidos.
Ingredientes
- 800g de almendras tostadas
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, coloque la mitad de las almendras tostadas (400g) en un procesador de alimentos o una licuadora de alta potencia. Comience a procesar hasta que esté suave. Es crucial detener la máquina periódicamente y raspar los lados con una espátula o cuchara para evitar que se formen grumos y asegurar un procesamiento uniforme. Tenga cuidado de no dejar que el utensilio toque las cuchillas mientras mezcla. Decidí hacer la mía porque las mermeladas y mantequillas de maní comerciales a menudo contienen demasiado azúcar, y me preocupaba volverme adicta a la dulzura. ¡Espero con ansias la mantequilla de almendras suave y sabrosa!
Step 2
Mientras continuaba procesando, ¡noté que salía humo del motor! Para evitar el sobrecalentamiento, detuve inmediatamente la licuadora y la dejé enfriar. Una vez que sentí que estaba suficientemente procesada, transferí cuidadosamente la mantequilla de almendras a un frasco de vidrio limpio. Es importante darle a la licuadora un tiempo de descanso adecuado, especialmente si comienza a calentarse.
Step 3
Después de un breve descanso, es hora de hacer la segunda versión, que incluye aceite de oliva y sal. Para esta tanda, decidí procesar las almendras un poco menos para conservar un poco más de textura, permitiendo una masticación agradable. Agregar un toque de aceite de oliva creará una consistencia más suave, mientras que una pizca de sal realza el rico y sabroso sabor de las almendras. ¡Estoy muy emocionada de comparar las dos y descubrir cuál prefiero!