Step 1

¡Empecemos haciendo el delicioso relleno de manzana! En una cacerola pequeña, combina la manzana cortada en dados pequeños (100g) con 1 cucharada de azúcar y 1 cucharadita de zumo de limón. Cocina a fuego medio-bajo, revolviendo ocasionalmente, hasta que los trozos de manzana estén ligeramente blandos y la mezcla se haya reducido un poco (aproximadamente 5-7 minutos). Reserva el relleno de manzana cocido para que se enfríe.

En un bol aparte, bate los 2 huevos a temperatura ambiente. Añade gradualmente los 100g de azúcar mientras bates, hasta que la mezcla esté pálida, esponjosa y bien combinada.

Step 2

Añade la harina de trigo blanda tamizada (100g) y la levadura en polvo (1 cucharadita) a la mezcla de huevo y azúcar. Usando una espátula, mezcla los ingredientes suavemente con un movimiento de ‘corte’ y doblado. Mezcla solo hasta que no queden vetas de harina seca; evita mezclar en exceso para no desarrollar el gluten, lo que mantiene las madeleines tiernas.

Step 3

Incorpora suavemente el relleno de manzana enfriado a la masa. Distribuye los trozos de manzana de manera uniforme por toda la masa sin aplastarlos. Mezcla con cuidado para mantener la textura de las manzanas.

Step 4

Vierte la masa en tus moldes para madeleines, llenando cada cavidad aproximadamente al 80% de su capacidad. Ten cuidado de no llenar en exceso, ya que la masa subirá durante el horneado.

Precalienta tu horno a 210°C (410°F) durante 10 minutos. Luego, reduce la temperatura del horno a 180°C (350°F) y hornea durante aproximadamente 15 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Los tiempos de horneado pueden variar según tu horno. Una vez horneadas, retira inmediatamente las madeleines de los moldes y déjalas enfriar completamente sobre una rejilla.