Deliciosas Rodajas de Jengibre Confitado Casero
Prepara tu Dulce Energético Invernal: Receta de Jengibre Confitado con Jengibre Fresco
El jengibre, con su naturaleza cálida, es un excelente aliado para mantener el cuerpo caliente en invierno y prevenir resfriados. Sin embargo, su intenso picor puede limitar su consumo. ¡Pero con el jengibre confitado, o ‘pyeonggang’, podrás disfrutarlo sin problema! Prepararlo en casa te permitirá saborear sus beneficios con más frecuencia. Es un bocado saludable perfecto para toda la familia, especialmente durante la temporada fría.
Ingredientes- 500g de jengibre fresco
- 500g de azúcar blanco granulado
Instrucciones de preparación
Step 1
Comienza por preparar el jengibre fresco. Cepilla suavemente para eliminar cualquier resto de tierra. Si hay trozos de piel sueltos o irregulares, pélalos con cuidado usando un cuchillo. Para obtener más detalles sobre la preparación, consulta la guía en @6945664.
Step 2
El paso más importante para hacer jengibre confitado es cortarlo en rodajas finas. Intenta que las rodajas tengan un grosor de aproximadamente 0.1 a 0.2 cm. Cuanto más finas sean las rodajas, mejor se cocinarán y más agradable será su textura.
Step 3
Enjuaga el jengibre cortado bajo agua fría para eliminar el exceso de almidón. Después de enjuagar, sumerge el jengibre en agua fresca durante 4 horas, cambiando el agua cada hora. Este proceso de remojo ayuda a suavizar el picor y la intensidad del jengibre.
Step 4
Una vez remojado, transfiere las rodajas de jengibre a agua hirviendo. Cuando el agua vuelva a hervir, continúa cociendo a fuego lento durante 5 minutos más.
Step 5
Escurre el jengibre cocido y enjuágalo abundantemente bajo agua fría corriente. Repite este proceso de hervir y enjuagar con agua fría un total de tres veces. Cada vez que enjuagues el jengibre con agua fría, asegúrate de calentarla para la siguiente cocción. Después de enjuagar con agua fría durante unos 5 minutos, coloca el jengibre en el agua recién hervida y cocina a fuego lento por otros 5 minutos.
Step 6
Después de las tres rondas de cocción y enjuague, escurre muy bien el jengibre en un colador. En un bol, combina el jengibre escurrido con una cantidad de azúcar de peso igual (relación 1:1, por ejemplo, 250g de jengibre por 250g de azúcar). Mezcla suavemente hasta que el azúcar cubra uniformemente las rodajas de jengibre. Deja reposar un poco para que el azúcar comience a disolverse.
Step 7
Ahora viene la parte de la paciencia: cocinar la mezcla. Una vez que el azúcar se haya disuelto parcialmente, pon el fuego al máximo y remueve constantemente. No dejes de remover para evitar que el jengibre y el azúcar se peguen o se quemen.
Step 8
Cuando comiences a ver espuma blanca formándose en los bordes de la olla, reduce el fuego a medio. Continúa removiendo y cocinando hasta que la espuma disminuya.
Step 9
A medida que el almíbar se espese y empieces a ver cristales de azúcar formándose en los lados de la olla, baja el fuego al mínimo. En esta etapa, es crucial remover muy rápidamente y de forma continua para evitar la cristalización y que se queme.
Step 10
Cuando alcance la consistencia deseada, apaga el fuego. Deja que el calor residual de la olla termine de cocinar y cubra el jengibre. Sigue removiendo suavemente para evitar que las piezas se agrupen.
Step 11
Extiende las rodajas de jengibre confitado terminadas sobre una bandeja para hornear forrada con papel de hornear. Asegúrate de que estén en una sola capa, sin superponerse, y déjalas secar al aire por completo. También puedes usar un deshidratador de alimentos o un área bien ventilada. Una vez secas y ligeramente crujientes, ¡tu jengibre confitado casero estará listo para disfrutar!