Compota de Fresas: Un Delicado Postre que Preserva el Sabor Natural de la Fruta
Compota de Fresas vs. Mermelada de Fresas: ¿Cuál es la Diferencia?
La compota, un postre francés por excelencia, se elabora cocinando frutas en azúcar. A diferencia de la mermelada común, tiene una consistencia más ligera y conserva trozos de fruta, ofreciendo una experiencia fresca y textural. Utiliza menos azúcar que la mermelada y a veces incluye agua u otros líquidos para realzar el sabor. Si bien el proceso es similar a hacer mermelada, la clave es preservar la forma y textura de la fruta. Esta receta te guía para crear una sofisticada compota de fresas en casa, perfecta para realzar tus postres.
Ingredientes- 1 kg de fresas frescas
- 300g de azúcar orgánico (ajustar al gusto)
- 200g de conserva de limón de Jeju (incluyendo los trozos de fruta)
- 1 paquete de jugo de manzana sin azúcar añadido (aprox. 100ml)
Instrucciones de preparación
Step 1
Lava suavemente las fresas frescas bajo agua corriente. Es mejor quitar los tallos después de lavar para minimizar la pérdida de nutrientes.
Step 2
Una vez lavadas, retira los tallos de las fresas. Si las bayas son grandes, córtalas en 2 o 3 trozos. Para la compota, mantener la forma de la fruta es crucial, por lo que usar fresas más pequeñas y estéticamente agradables dará como resultado un producto final más hermoso.
Step 3
Añade el azúcar orgánico y la conserva de limón de Jeju a las fresas preparadas. Una característica de la compota es usar menos azúcar que la mermelada, y la cantidad se puede ajustar a tu gusto. Aunque comúnmente se usa jugo de limón, esta receta incorpora generosamente la conserva de limón (con sus trozos de fruta) para ayudar a esterilizar los frascos y añadir sabor extra.
Step 4
Mezcla bien el azúcar y la conserva de limón con las fresas. Vierte el jugo de manzana sin azúcar añadido. En lugar de agua, usar jugo de manzana añade un sabor afrutado más profundo y rico a la compota. Deja reposar la mezcla a temperatura ambiente durante unos 30 minutos, o hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
Step 5
Transfiere las fresas, que han estado macerando en azúcar durante la noche, a una olla. Comienza a cocinar a fuego medio. Retira cualquier espuma que suba a la superficie durante la cocción. Si te parece un desperdicio desechar la espuma, puedes recogerla en un bol limpio aparte y luego volver a añadir el jarabe claro decantado a la olla.
Step 6
Para preservar la forma y textura de las fresas, saca con cuidado los trozos de fruta una vez que la mezcla comience a hervir a fuego lento y colócalos aparte en un bol separado. Este paso es opcional; si lo prefieres, puedes continuar cocinando las fresas directamente en el jarabe sin retirarlas. Separar la fruta permite preservar al máximo su forma y mordida.
Step 7
Deja solo el jarabe en la olla. Reduce el fuego a medio-bajo y deja que el jarabe hierva a fuego lento hasta que espese ligeramente, unos 15 a 30 minutos. El jarabe debe permanecer más líquido que una mermelada.
Step 8
Vuelve a incorporar los trozos de fresa reservados al jarabe espeso. Cocina por un minuto más, permitiendo que se calienten. Este suave recalentamiento asegura que los trozos de fruta permanezcan intactos mientras se infunden con el jarabe y liberan un delicado aroma a fresa.
Step 9
Vierte la compota de fresas caliente en frascos de vidrio esterilizados mientras aún esté caliente. Sella bien los frascos, déjalos enfriar completamente y luego refrigera. Dado que la compota tiene menos azúcar que la mermelada, su vida útil es más corta; por lo tanto, debe refrigerarse y consumirse relativamente rápido.
Step 10
Unta generosamente la deliciosa compota de fresas sobre pan recién tostado.
Step 11
Finalmente, espolvorea unas sabrosas nueces mixtas por encima. Esto completa tu sabroso sándwich abierto de compota de fresas, ofreciendo una deliciosa mezcla de sabores y texturas. Es una excelente opción para aperitivos o un capricho de brunch.