Buñuelos Crujientes de Ginseng con Aroma Sutil
¿Un Aperitivo Perfecto para Makgeolli? ¡Pruebe Nuestros Buñuelos Caseros de Ginseng!
Les presentamos los buñuelos de ginseng crujientes, un aperitivo casero ideal para acompañar con makgeolli. Reducimos el sabor amargo característico del ginseng, dejando solo un aroma delicado y fragante que llena la boca, ¡así que incluso aquellos que no disfrutan del ginseng puro se enamorarán de esta versión! Un bocado caliente recién frito con un vaso de makgeolli frío es el mejor remedio para el cansancio.
Ingredientes- 5 raíces de ginseng (se recomiendan de 5 años)
- 1 taza de harina de trigo común
- 1/2 taza de almidón de patata
- 1 taza de agua de gardenia (o 1 taza de agua + extracto de gardenia)
- Un poco de sirope de arroz o miel
Instrucciones de preparación
Step 1
Lave a fondo las raíces de ginseng con un cepillo, asegurándose de eliminar toda la tierra y los residuos, incluso de las raíces finas. Si las raíces de ginseng son muy grandes, córtelas por la mitad para freírlas más fácilmente. Espolvoree ligeramente las raíces con harina para que la masa se adhiera bien y reserve.
Step 2
Para obtener un color amarillo dorado hermoso, remoje las flores de gardenia en agua fría durante la noche en el refrigerador para extraer el agua. Esta agua de gardenia le dará a la masa un color encantador. Puede usar masa para tempura comprada, pero mezclar harina de trigo y almidón crea una textura más crujiente y limpia.
Step 3
¡El secreto de la masa crujiente es la mezcla fría! Al preparar la masa para los buñuelos, use siempre agua helada. La baja temperatura ayuda a que el rebozado frito quede extra crujiente.
Step 4
Reboce completamente el ginseng preparado con la masa de harina y almidón. Para comprobar si el aceite para freír está a la temperatura adecuada, inserte un palillo de madera; cuando comiencen a formarse pequeñas burbujas a su alrededor, el aceite está listo. Añada con cuidado el ginseng al aceite caliente y fríalo.
Step 5
Para una textura aún más crujiente, se recomienda freír dos veces. Sin embargo, freír solo una vez hasta que esté dorado obtendrá buñuelos de ginseng deliciosos y crujientes. Rocíe un poco de sirope de arroz o miel sobre los buñuelos fritos para añadir dulzura y mejorar el sabor.