Boquerones Secos Crujientes para Bebés
¡Perfecto para Niños Pequeños! Receta de Boquerones Crujientes y Nutritivos
Escuché que a los bebés les gustan los platos de boquerones, así que preparé esta versión crujiente y sin picante para mi hijo. Esta receta es suave y crea una textura deliciosa, ideal para el paladar y el desarrollo de su hijo.
Ingredientes Principales- 1 puñado de boquerones pequeños secos (aprox. 30g)
- 1/2 cucharada de azúcar
- 1 cucharada de aceite de aguacate (o aceite vegetal)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, sumerge los boquerones pequeños secos en agua fría durante unos 5 minutos para eliminar el exceso de sal. Este paso ayuda a reducir cualquier sabor amargo o salado fuerte, haciéndolos mucho más agradables para los bebés. Escúrrelos bien antes de continuar.
Step 2
Calienta una sartén seca a fuego medio-bajo. Añade los boquerones y sofríelos hasta que estén crujientes. Asarlos así es crucial para eliminar cualquier olor a pescado y mejorar su textura. Remueve constantemente para evitar que se quemen, durante unos 2-3 minutos.
Step 3
Aparta los boquerones asados a un lado de la sartén. Añade 1/2 cucharada de aceite de aguacate en el espacio vacío. Si no tienes aceite de aguacate, cualquier aceite vegetal suave como el de oliva o el de pepitas de uva funcionará perfectamente. Añadir un poco de aceite en esta etapa ayuda a conseguir una mayor crocancia.
Step 4
Inmediatamente después de añadir el aceite, espolvorea la 1/2 cucharada de azúcar en la sartén. El azúcar se disolverá en el aceite, cubriendo los boquerones y añadiendo un bonito brillo y un dulzor sutil. Mantén el fuego bajo durante este paso.
Step 5
Ahora, mezcla los boquerones, el azúcar y el aceite, removiendo continuamente hasta que todo esté bien combinado y los boquerones estén completamente crujientes. La clave es seguir removiendo para que no se agrupen y cada boquerón permanezca individual. Una vez que sientas que están satisfactoriamente crujientes, apaga el fuego. Espolvorea unas semillas de sésamo tostado por encima para el toque final. Deja que el plato se enfríe un poco antes de servir; se volverá aún más crujiente al enfriarse.