He desarrollado el hábito de preparar platos como si estuviera recibiendo invitados de honor, incluso para mis propias comidas. A veces, priorizo la presentación sobre el sabor, lo que me hace preguntarme si es el verdadero espíritu de un cocinero. Mi hijo, que cocina principalmente para sí mismo, parece haber heredado este rasgo. Incluso selecciona las tazas más elegantes y delicadas para su jugo o refresco. No importa si son difíciles de usar o frágiles; mientras sean hermosas, eso es suficiente. Sus platos nuevos y bellamente elaborados a menudo adornan su mesa. También tiene un ojo notable para la cubertería elegante, haciéndome creer que realmente tiene un alma artística.

Hoy, he usado calabacín, una verdura que uso a menudo debido a su asequibilidad y versatilidad, aunque no me encanta particularmente. Ahuequé el calabacín para crear ‘tazas’ y las rellené con un sencillo arroz frito con kimchi. El queso derretido es siempre un acierto, y la combinación de arroz frito con kimchi y mozzarella es algo que debes probar si aún no lo has hecho. ¡Además, es tan bonito!