Delicia Dulce de Invierno: Receta Sencilla de Radish Jeonga
Haz Fácilmente un Delicioso Bocadillo de Invierno con Rábanos de Temporada: Radish Jeonga
¡No hay mejor tónico que la comida de temporada! Si bien los rábanos se pueden usar en varios platos como guisos, kimchi, sopas y ensaladas, esta vez hemos creado un postre único: ‘Radish Jeonga’. Esta delicadeza dulce y sutilmente aromatizada es una recomendación perfecta para un acogedor bocadillo de invierno. El proceso es sorprendentemente sencillo, ¡así que por qué no intentar hacer tú mismo este tratamiento saludable y delicioso este invierno!
Ingredientes Clave- 1kg de Rábano
- 350g de Gyeot (jarabe tradicional coreano)
Instrucciones de preparación
Step 1
Primero, lava bien los 1 kg de rábano. Pélalos y luego córtalos en rodajas gruesas, de aproximadamente 1 cm a 1.2 cm de grosor. Es importante mantener este grosor, ya que las rodajas demasiado finas se pueden romper fácilmente.
Step 2
En una olla ancha, combina el rábano en rodajas y los 350g de gyeot. Mezcla suavemente para cubrir uniformemente las piezas de rábano con el jarabe. Tapa la olla y llévala a ebullición a fuego alto. El gyeot se derretirá y disolverá naturalmente con la humedad del rábano.
Step 3
Una vez que el gyeot se haya derretido completamente en una consistencia de jarabe, gracias a la humedad del rábano, comienza a reducir el líquido a fuego alto. Es crucial remover ocasionalmente con una espátula, moviendo los rábanos de abajo hacia arriba, para asegurar una cocción uniforme y evitar que se peguen o se quemen. Este paso es clave para lograr la textura y el sabor perfectos de tu radish jeonga.
Step 4
A medida que el líquido se evapora y el fondo de la olla comienza a ser visible, verifica la consistencia del jarabe. Si el jarabe cae de forma espesa de una cuchara, en hebras en lugar de un flujo continuo, ha alcanzado la etapa perfecta. Apaga el fuego. Ten cuidado de no cocinar en exceso, ya que esto puede hacer que el jeonga quede demasiado duro.
Step 5
Una vez terminado, retira el radish jeonga de la olla y déjalo enfriar completamente durante al menos medio día. Este período de enfriamiento permite que el jeonga desarrolle su característica textura masticable y un color marrón profundo y rico, dándole esa apariencia atractiva y terminada. ¡Disfrútalo con una taza de té caliente!